viernes, 6 de noviembre de 2015
CAPITULO 6
“Amor, hoy escuchaba Kings of Leon y me acordaba de vos. Van a estar el próximo finde en el Personal Music. Vamos?”
Eso no era jugar limpio. A ella le encantaba esa banda y sabía que estaba también esperando que a ella le trajera todos los recuerdos de esas canciones que escuchaban cuando estaban juntos.
Todas las veces que había ido a su casa, habían pasado días enteros, se habían mirado tanto, se habían amado tanto, mimado tanto. Al punto que ella no podía escuchar más algunas canciones. Le dolía. Era un dolor físico, que la aturdía.
Sin responder, le hizo caso a su amiga. Borró el mensaje, y lo borró como contacto.
Ni iba a mirar su perfil de Facebook hoy.
Le escribió rápido a Marcos, y este le contó que la pizza le gustaba más que las mujeres. Respuesta que la hizo reír. Todo era tan fácil con algunas personas.
A las 9 en punto, Marcos llegó con 2 cervezas y 1 kg de helado de cereza y chocolate. No se conocían, pero parecían tener tanto en común hasta ahora.
Marcos conectó su celular al equipo y empezó a sonar música de una lista de reproducción, Daft Punk y otras cosas.
Mientras Pau sacaba las pizzas del horno, se pusieron al día con lo que habían hecho en la semana.
El tono de la charla era amistoso, pero sabía que era mejor hablar con Marcos y dejar las cosas claras para evitarse un mal momento. Tampoco lo quería retener esta noche, si él esperaba otra cosa, podría ir a buscarla a otro lado. No le quería hacer perder el tiempo.
—Eu Marcos, me re gusta que hayas venido. Te digo que prefiero este tipo de plan antes que salir a veces.
—Se puede charlar mejor. Conocer mejor a la gente.
—Si, tal cual. Y por eso quería hablar con vos un cachito… Sos divino y me encantó conocerte.Siento que puedo hablar con vos.
—Y querés que seamos amigos nada más.—le contesto conteniendo la risa.
Se quedó mirándolo con los ojos como platos.
—Bueno, en realidad si. — rió nerviosa —Cómo sabías que te iba a decir eso?
—Porque me di cuenta rubia. Cero problemas, sos un amor, me encantaría ser tu amigo. Te conté que no tengo tiempo de conocer gente…y entre tanto futbolista y minitas botineras, me aburro.
—Pero no pienses tampoco que es porque no me gustas.
Marcos se rió.
—Te gusto? Me encanta, vos también me gustas Pau. Pero me parece que es una amistad en este caso. Menos posibilidades de que yo arruine todo, y mas posibilidades de que dure.
—Brindemos por eso, me parece, no?
Y brindaron por eso y por muchas cosas que se les iban ocurriendo.
Hablaron hasta que se hizo de día.
Se enteró que Marcos también salía de una relación problemática.
Estuvo a punto de casarse el año pasado, con una modelo que lo engañó con un empresario de la noche con más dinero y más poder.
Se enteró también, que después de eso, había salido con muchas botineras, pero ya no las respetaba. Estaba con ellas un par de veces y las dejaba.
No confiaba en nadie.
Ella le contó lo que vivió con su ex y sus antiguos amigos. Y él la escuchó, la bancó hasta cuando le ganaron las emociones y se le empezaron a caer las lágrimas.
La abrazó y la tranquilizó. A ella le parecía que no se había abierto así con nadie. Ni a Flor le había confesado muchas cosas que le había contado a él.
Era doloroso, pero un alivio. Se estaba sacando tanto peso del pecho.
Le contó de los mensajes. Y él la seguía abrazando, y negaba con la cabeza con enojo.
—Querés que le hable yo? Que le diga que te deje de molestar?
—No, gracias. Ya fue.—dije haciendo como si el tema no tuviera mayor importancia. Pero en el fondo se moría por escuchar la reacción de David si lo llamaba Marcos.
Le contó de su amor por la fotografía. Y eso la animó un poco.
—Pero no salgo mucho sola a sacar fotos, porque como no conozco, tengo miedo de perderme.
—No se diga mas. Voy a ser tu guía turístico. Cuando querés salir?
—Jajaja gracias! De hecho si, te voy a tomar la palabra. Cuando puedas podemos salir a sacar fotos.
—Mejor, te propongo que nos juntemos para comer más seguido y una vez a la semana que nos juntemos a sacar fotos. Qué te parece?
—Genial! Tenés cámara?
—Si, tengo. Capaz vos tengas una mil veces más copada y profesional, pero lo mío es un hobbie. Podemos salir el domingo. Hoy tengo que ir a visitar a mis viejos. Querés?
—Si! Me encanta la idea.
—Bueno, entonces reservamos una vez a la semana y me enseñas como sacar fotos.
Después de charlar por horas, Marcos se fue y Pau se acostó a dormir.
Un ruido la despertó. La puerta. Alguien estaba a punto de tirarla abajo a golpes. Miró la hora, eran las 6 de la tarde.
—Quién es?
—Paula, por que no me atendías el teléfono? No sabía si te tenía que rescatar o no piba! Me asusté!
—Ahh Flor! Perdón! Ya te abro!!
Una vez que la vió, Flor se calmó y le pregunto que había pasado y por que estaba durmiendo.
—No pasa nada. Nos quedamos charlando toda la noche y por eso dormí ahora de día. Me desubiqué, como 10 horas dormí, que bestia!
—Más que dormida estabas desmayada, me cansé de llamarte, no te debe andar el celular.
—Uhh no, el celular. Seguro se me quedó sin batería
—Ey, te vine a decir que esta noche salimos con las chicas y te necesito lista a las 12.
—Ok. A las 12 voy a estar
—Es una fiesta de disfraces, por el carnaval y todo eso. Te traje un par de opciones, te las dejo acá en este bolsito y vos ves. Yo ahora me tengo que ir a lo de Mica. La tengo que acompañar a una sesión, no quiere ir sola.
Y diciendo eso, se fue.
Mientras ponía música, y limpiaba la mesa de anoche, buscaba el celular. Dónde había quedado?
Cuando lo encontró estaba totalmente descargado, así que mientras abría la ducha, lo enchufó.
Escuchó que caían un par de mensajes, seguramente de Flor, que estaba preocupada tratando de ubicarla.
Se bañó, y se tomó tiempo en secarse y alisarse el pelo con la planchita.
Hoy tenía ganas de ponerse linda. Se había puesto las cremas que Flor le regaló para su cumpleaños, y más animada buscó algo para comer.
Se acercó al celular, empezó a borrar las llamadas perdidas de su amiga, más todos los mensajes preguntando donde estaba.
Tenía uno de Marcos de hoy.
“Rubia, que linda noche la que pasamos. Espero que te sientas mejor”
Le contestó rápido, preguntándole como le estaba yendo en casa de sus padres, y contándole de sus planes de esta noche.
Cuando llegó al final de los mensajes, se encontró con dos que no pertenecían a ningún contacto conocido.
Solo se leía el número. Cuando leyó la característica de Córdoba se dió cuenta de que eran de David. Ella lo había borrado.
“Bb te extraño mucho. Extraño tus besitos. Sos muy importante para mi.”
La hora del mensaje era lo mas llamativo. Las 2 am.
Seguramente había salido y le había escrito borracho. Que suerte que no leyó los mensajes anoche, pensó. Hoy, con la mente mas clara y fresca se daba cuenta de que David estaba aburrido, y con ganas. No la extrañaba, ni estaba triste. Le mentía.
El segundo mensaje era todavía peor.
“Donde estas? Necesito verte aunque sea un segundo gorda, respondéme los mensajes”
Estaba a punto de contestar el mensaje cuando se acordó de su charla con Marcos. No. No le iba a ganar.
Se fue a la heladera, se abrió una latita de cerveza y borró los mensajes.
Solamente le faltaba el disfraz, así que vació el contenido de la bolsa que Flor le había llevado, en la mesa. Tenía tres conjuntos para elegir.
Uno parecía ser de una policía sexy. Ja! No tenía parte de arriba, solo una bikini. Ok, next.
El otro era de cuero negro, y muy pequeñito así que ni se molestó en abrirlo.
El tercero era un montón de telas rosadas y violetas, como top strapless y una pollerita de tules en capas, incluía una peluca rubia, super pestañas postizas, una carterita en forma de corazón y unos tacos fucsia.
Barbie. Le encantó. De paso, pensó que podía lucir su nueva melena rubia lacia.
Se miró en el espejo y no parecía ella. Era Barbie. Se había maquillado los ojos con lilas y la boca en un rosa chile que brillaba.
Una Barbie un poco borracha, eso si. Entre los tacos y la cerveza, se le ponía muy difícil caminar.
Todo por culpa del estúpido de su ex.
A las doce menos cinco, le estaba tocando la puerta a Flor.
El departamento ya estaba lleno de las amigas de modelos, todas vestidas de personajes distintos. Había una enfermera, una gatúbela, una Lara Croft, Flor era una sirena, había una bruja y una, que supuso se había vestido como Lady Gaga.
Cuando llegaron todas las chicas que estaban esperando pidieron un par de taxis y se dividieron en grupos de 4 para ir hasta el boliche.
Como siempre el lugar estaba lleno de gente. Todo el mundo estaba disfrazado, y si, todos estaban enfiestadísimos.
Pau, llegó del brazo de Flor, con miedo de caerse de los tacos, pero confiada, porque se veía linda, y parecía una Barbie.
No desentonaba para nada con sus amigas modelos, podía pasar tranquilamente como una más.
Entraron en 3 segundos y se fueron todas a la barra. El barman al reconocer a las modelos las invitó a todas un trago gratis.
Muchas estaban a dieta, así que no tomaban mucho. Los tragos se iban acumulando en la mesa, y Pau y Flor muertas de risa aprovechaban para tomar gratis.
Se fueron a bailar, entre ellas, prestando poca atención a todos los hombres que se les acercaban.
La música cada vez se ponía mejor, y se estaba sintiendo muy bien.
Bailó con unos chicos que estaban cerca, con otras chicas que no eran de su grupo. La estaba pasando genial.
Tanto líquido había tomado, que Pau no pudo mas y salió corriendo al baño.
Cuando estaba por salir sintió que la carterita hacia ruido.
Vibraba. Mmm….alguien la llamaba.
Pensó en quien la podía estar llamando. Pero no podía mantener un pensamiento coherente así que atendió sin dudar.
—Marrrrcos? — dijo entre risas y arrastrando la R.
—Pau? No, soy David. Quién es Marcos?
Puta madre. Fue como un balde de agua fría que la obligó a despertarse. Tendría que haber pensado antes de atender.
—Pau, estás bien? Quiero verte bonita. Saliste? Dónde estas? Te busco.
—No te voy a decir pibe, que te importa. Buscáte una mina y dejáme de joder a mi.
—Gorda hablemos, nos veamos. Te extraño.
—No quiero que me sigas llamando.
—Nos veamos una vez mas. Quién es Marcos?
Mintió. No le importó. Él se lo merecía.
—Mi novio. Y estoy esperando a que me llame así que cortá.
—Novio? Estás de novia?—era la primera vez que lo escuchaba así. Es como si no pudiera creer que ella se pudiera poner de novia.
—Si. Por eso, por favor ya no me llames.
—Pero quién es? Lo conozco? Alguna vez lo vi? Cuánto hace que están saliendo?
Ella miró el teléfono indignada y cortó. Al segundo, él la llamó de nuevo, pero ella rechazó la llamada. Así dos o tres veces mas. Necesitaba salir de ahí, ya mismo.
Aturdida por lo que había pasado, y sin querer reconocerlo, un poco preocupada por la posibilidad de haber lastimado a su ex, salió del baño a los tropezones.
Afuera la fiesta estaba a pleno. Todos bailaban.
Sintió que alguien le agarraba de la mano mientras ella avanzaba, y se la llevaba hacia un rincón.
Reconoció al modelo castaño que la miraba con ojos preocupados.
—Are you ok? (Estás bien?).
—Si si. —le contestó. Pero no podía ni mantenerse en pie.
Escucharle la voz a su ex, en plan tan cariñoso fue como hundir el cuchillo en una vieja herida.
—Wait here, just… stay here (Esperá acá, sólo quedate acá).
Y así como así, el modelito desapareció entre la multitud.
Ella sentía como su cartera vibraba, pero no quería ni mirar.
Sus amigas estaban todas divirtiéndose.
Ella tenía ganas de llorar. Justo entonces, vio que el modelito se le acercaba con unos tragos. Le hizo elegir entre dos, y la animó a que tomara.
Sin dudarlo tomó uno de los tragos y sintió como el calorcito que le dejaba en el pecho la bebida, de a poco, le sacaba la sensación de angustia que tenía.
Cuando estuvo mas calmada, miró al modelito. Estaba vestido con unos chupines celestes y una camisa arremangada hasta los codos de color lila. Con un pañuelito en el cuello de color fucsia. Era tan hermoso, y se veía tan gay. Supuestamente estaba vestido de Ken, lo que hizo que Pau se tentara y empezara a soltar unas descontroladas carcajadas.
—Do you speak Spanish Ken? (Hablas español, Ken?).
—A little, Barbie. Are you better then? (Un poquito Barbie. Estás mejor, entonces?).
—Yes, thanks. (Si, gracias).
Antes de que pudieran seguir hablando, se acercaron dos modelos más, los que siempre estaban con él, y el rubio lo tomó por el brazo y le empezó a decir cosas al oído.
Hacían linda pareja, si se los miraba bien. Los dos eran tan lindos. Tenían cuerpos perfectos, hombros anchos, cinturas pequeñas. Hermosos.
Para no interrumpirlos, de lo que parecía una discusión de pareja, ella se levanto y se encaminó al patio. El aire fresco le hizo muy bien.
Afuera, había más gente que en el boliche, así que, todavía sintiendo el calor del trago en el pecho y como se le cerraban los ojos, siguió bailando.
Un chico bailaba con ella, pero ella lo vivía como un sueño.
Por momentos su mente se ponía borrosa, y se iba por ahí.
El chico la agarró la cara y le dio un beso, pero ella se separó de él como pudo.
—Pará, David. Andáte. — dijo, confundida. Su cabeza eran puros ruidos y todo se ponía borroso.
Sin saber como, estaba en la otra punta del patio.
Se sentó en uno de los bancos y se mareó. Iba a ser muy complicado levantarse. Bueno, ya pensaría en eso después.
Sus amigas estaban adentro bailando.
Cuando levantó la mirada Ken y su amigo, un marinero, se acercaban a ella.
Ella tenía la cara escondida tras las manos. No podía hacer foco en nada que se quedara quieto, y eso le hacía perder la paciencia. No se sentía mal, pero tampoco podía mantenerse derecha, era frustrante.
—Hey dude, you should take Barbie home. She is not looking good. (Hey, deberías llevar a Barbie a su casa. No se ve bien).
—I don`t know where she lives (No sé donde vive).
—Then take her to your place. She is about to faint. She can`t be alone either. (Llevala a tu casa. Se está por desmayar, tampoco puede estar sola).
—Ok. Can you talk to Flor and tell her? (Está bien. Podés hablar con Flor y decirle?).
—Sure, no worries. Go. (Seguro, no te preocupes. Andá).
—Ok, bye. (Ok, chau).
—Bye, I’ll call you tomorrow. (Chau, te llamo mañana).
Paula escuchaba la charla pero estaba lejos. Parecía como una película. Ella cerró los ojos y se durmió.
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Muy buenos capítulos!!! Menos mal que Paula le dijo eso a David, así no la molesta!
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