jueves, 19 de noviembre de 2015
CAPITULO 49
Los días habían pasado, y Paula ya tenía todo listo. No había estado yendo al trabajo.
La noche anterior a la sesión, se dijo que para relajarse, se daría un baño con espumas y aceites de manzanilla y lavanda.
Así por lo menos, intentaría dormir.
El día que le esperaba iba a ser intenso, iba a necesitar toda la energía de una noche de buen descanso.
Puso el agua y se desvistió.
Cuando estaba con las burbujas hasta el mentón, escuchó el teléfono.
No le iba a prestar atención.
Sonaba y sonaba, insistente.
Suspiró. Y después se escucho como el contestador tomaba el mensaje, que se escuchó por todo el departamento.
Nadie hablaba.
De repente una canción empezó a sonar.
Give me love, de Ed Sheeran. Sabía que era Pedro. Esa era la canción que ….ella había bailado para él.
Cerró los ojos, y las lágrimas comenzaron a caerle.
Todas las sensaciones y las emociones de ese momento volvían a ella, solo de escuchar las notas.
Cada palabra de la canción se le clavaba en el pecho.
Lo extrañaba.
Pensó como la primera vez, se habían bañado juntos. Así como estaba ella ahora sentada, sola.
Recordaba sus manos en la piel.
Tantas veces que habían bailado abrazados.
Su pecho se cerraba más y más alrededor de ese dolor.
Cuando el mensaje terminó, saltó con un bip.
Ella abrió los ojos, como despertándose, y se terminó de bañar.
Borró el mensaje y se fue a dormir.
Esa mañana, se levantó decidida a no perder ni un solo segundo en pensar en nada que no fuera la sesión del día.
Iba a ir horas antes a la productora, y ayudar en cada fase de preparación.
Todo iba a salir perfecto.
Ya teniendo todo eso, Anabela, llegó, con su cámara, registrando el detrás de escena.
La primera sesión se realizaría en estudios, así que, Paula aprovecho para darle un tour a su amiga, de las
instalaciones de la productora.
Caminaron por el laboratorio en donde se realizaba la post producción, y otras salas llenas de máquinas y materiales.
Cuando se estaban dirigiendo al estudio, una voz las sobresaltó.
—Paula. Puedo hablar con vos? – Pedro.
Ella suspiró. No habían hablado desde la noche de la pelea.
—Decime. – le dijo ella sin mirarlo.
—Podemos hablar solos? – le dijo mirando el piso.
Paula le hizo señas a Anabela para que le diera un minuto, y lo siguió a su oficina.
Su amiga se había quedado muda.
Ere el efecto que Pedro tenía en las mujeres.
Entró, se sentó y esperó.
El, se sentó y después de mirarla por un momento, le dijo.
—Viste lo que te dejé en tu puerta?
—Si, muchas gracias. – le dijo ella mirándolo brevemente.
—Mil disculpas, estuve mal.
—Ya está, Pedro. Ya pasó.
El sonrió.
—Te llamaba también, porque te quería contar que Amanda me llamó. La editora de Harper’s. Me pidió que le recomendara a un fotógrafo para su próxima producción, y pensé en vos.
Paula se quedó con los ojos abiertos como platos.
—Es algo importante para la productora, y de más está decirte, que te pagarían muy bien, y tu nombre pasaría a ser reconocido. – le dijo en tono profesional.
—Yo…yo… – era todo lo que había podido articular.
—Yo creo que sos la mejor para el trabajo. En estas carpetas vas a encontrar todo lo que necesitas. Te felicito. – le dijo sonriendo.
—Gracias. Es… Muchas gracias. – le dijo, tratando de acordarse como respirar.
El le sonrió.
—Te quedas ahora? – quiso saber.
—Si, tengo la sesión en el estudio. – le contestó ella.
—Ok. – le dijo él asintiendo.
—Mejor me voy, así empezamos.
Volvió a asentir.
Con pasos torpes, se encaminó a su sesión de fotos.
La modelo que posaba, estaba preciosa.
Las luces la favorecían, la hacían parecer tan joven, y fresca.
El estudio había recreado una especie de jardín con fondo verde, que luego en edición, formaría parte de un paisaje.
Paula, no había podido evitar pensar en la Isla a la que había ido con Pedro.
Inconscientemente, había recreado las flores, los espacios, el puente.
Ese donde habían estado abrazados.
Donde ella lo besaba con tanto amor, que parecía que era correspondida.
Se concentró en hacer su trabajo, mientras su amiga Anabela, la ayudaba, sosteniendo paneles, anotando indicaciones, y haciéndole gestos a la modelo para que cambiara de pose.
De repente, en toda la productora, empezó a sonar música.
No era algo raro, siempre que había sesiones, se las ambientaba con algo, para inspirar a quienes trabajaban.
Pero no era cualquier canción.
Sonaba Missing you de John Waite.
Sabía que no era una casualidad. No era precisamente una de esas canciones que suenan en la radio todos los días.
Era un clásico de otra época.
Y el tema que había cantado y bailado con Pedro una tarde en la que se quedó en su casa.
Unos de esos fines de semanas, que pasaban juntos cada minuto. Cuando se terminó de convencer de que lo amaba.
El día de la foto, que ella todavía conservaba en su celular. El pantalón pijama de los conejitos. Todo los recuerdos volvían a ella de golpe. Le dolía el alma.
El cantante repetía una y otra vez, ese estribillo que parecía estar hablando por ella.
No podía negar que extrañaba a Pedro más de lo que había podido imaginar.
Sus ojos empezaron a picarle. Miró para todos lados, pero no había nadie.
Todos en la productora se habían ido, y solo quedaban los que estaban trabajando en su producción.
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Excelentes los 3 caps. Lo que voy a extrañar eta novela estas 2 semanas.
ResponderEliminarNo nos dejes con intrigas las semanas q no subis porfa jaj
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