Esa semana se había pasado volando. Tenían que cerrar la campaña con la que había estado trabajando, y tenía un par de entregas en la facultad.
Eso sin contar con la gran reunión que tenía con Amanda, para la que ya tenía todo lo que quería mostrarle, listo. Se
había armado carpetas de bocetos, y su portfolio con los trabajos, que ella consideraba más logrados.
Y con todo lo que tenía que hacer, quedaba otro detalle. Su mudanza.
Pedro se estaba encargando de todo, pero aun así, era mucho trabajo.
El departamento iba a quedar casi vacío a la espera de que Nico se mudara en el verano, para el que faltaban solo
unos meses.
Estaba en medio de cajas de cartón llenas de papeles, y fotos, que para cualquiera hubieran sido pavadas, pero
para ella, eran tesoros. Además aquí viviría su hermano, y no quería arriesgarse a que metiera sus narices.
Era tarde, y habían pedido comida por teléfono para seguir ordenando. Era mejor terminar esa noche.
Habían dejado la música de la radio encendida, y tarareaban las canciones mientras seguían llenando cajas.
Pedro soltó lo que tenía, y le agarró la mano para que también se parara. La abrazó por la cintura y empezaron a
bailar. Sonaba Patience de Guns´n Roses. Ella había apoyado la cabeza en su pecho mientras se movían.
—Esta es una de las cosas que más extrañé cuando me fui a Londres. – le dijo él, apoyando toda su mano en su
cintura.
—Yo también. – dijo suspirando. — En realidad extrañé todo, casi todas las noches soñaba…con vos.
No tenía sentido, pero solo recordarlo, le hacía un nudo en la
garganta. Tantas veces le había hecho falta. El separarse de Pedro le había roto el corazón.
—Tantas veces pensé en irme, no podía quedarme, no tenía sentido. Vos no querías verme. Pero lo mismo me quedé. Algo me decía que tenía que insistir. Que esto no se había terminado. Ya no sabía que hacer. Me había quedado sin fuerzas.
—Nunca dejé de sentir lo que siento por vos.
—Te amo. – le dijo besándola.
Ella lo tomó por las mejillas y profundizó el beso. Lo que sentía era tan intenso, tan grande, que supo que no
podría superar una nueva separación. El podía lastimarla, y ella a él. Y ojalá no hubieran tenido que aprenderlo de la
manera en que lo hicieron, pero hasta cierto punto, había sido necesario.
Los había hecho abrir los ojos. Si no hubiera sucedido, no estaba segura de que ahora estarían ahí, y que ahora
estaría mudándose a vivir con él.
Pedro estaba empezando a subirle la remera, cuando el teléfono de la sala sonó. El gruñó y ella sonriendo, solo lo
ignoró. No tenía ganas de que los interrumpieran.
El le pasaba las manos por la espalda, haciéndola sentir cada vez más calor
Ella le besaba el cuello, y le daba suaves mordiscos.
Entonces sonó el contestador. Biiip.
Y empezó a escucharse el mensaje que entraba.
—Hola hermosa. No estás en casa. No te llamo al celular porque no quiero molestar. Nada más quería decirte que
te extraño, hoy estuve todo el día pensando en vos y... se que me disculpé muchas veces, y que vos me perdonaste,
pero no tendría que haberte besado la última vez. La semana que viene te voy a mandar un regalo, y tengo la
camiseta firmada para Nico, el pendejo va a estar chocho. Me voy yendo. Sabes que te estoy esperando, y siempre te
voy a esperar. Te amo rubia.
Wow. Eso había sido inoportuno. E incómodo.
Automáticamente Pedro se soltó, agarró su campera y se fue.
Se había quedado tan sorprendida, que ni siquiera reaccionó para frenarlo.
Se había ido? Así? Sin más?
Miró fijo la puerta. Podía salir y buscarlo, o podía llamarlo, o ir directamente a su departamento. Pero no. Prefirió darle espacio. Por algo se había ido. Ya volvería.
Ella no había hecho nada malo, no tenía por que enojarse. Y si se enojaba, por o menos tenía que intentar hablarlo.
Estaban tan bien…
Si lo pensaba un poco más, hasta ella se estaba enojando un poco también.
El nunca había reaccionado así. Y si pensaban vivir juntos, no podía solo irse, y dejarla plantada, sin entender.
Qué clase de ataque era ese?
Ya estaba muy enojada.
****
Era un impulso. Se había escapado casi corriendo. Pero es que la otra opción hubiera sido tener que enfrentar la situación. Mirarla a los ojos, que ella lo mirara también y le dijera que no había terminado del todo esa otra relación.
Que Marcos todavía la esperaba. Que sentía cosas por él.
Que aun no se decidía. Maldijo, cerrando los ojos. Si, hubiera sido la opción más madura y cuerda.
Podía volver sobre sus pasos, entrar al departamento y hablar con ella. Podía marcar su número de teléfono y decirle lo que sentía. Pero no. Ya se había ido.
De todas maneras, le haría bien un poco de distancia.
Pensar las cosas con claridad, de manera objetiva. Y mañana más tranquilo, menos asustado, afrontar la charla.
Si.
Eso iba a hacer.
****
No le había dicho ni una sola palabra. Se suponía que iba a ayudarla a ordenar.
Mañana tenía una entrevista importante con Amanda, él lo sabía.
A la mierda.
Dejó todo como estaba y se fue a bañar.
Buscó la ropa que se pondría al día siguiente, y se acostó.
No podía dormirse. Miraba el celular, y no tenía mensajes. Resopló, tapándose la cabeza con la almohada.
Qué le costaba mandarle un texto diciendo que estaba en su casa, o que le explicara por que se había ido…o aunque sea deseándole suerte para su reunión. Nada.
Estaba comportándose como un idiota.
Cada vez se enojaba más.
Era ese mismísimo idiota, con el que iba a convivir de ahora en más. Sería un error?
Estarían apurándose? Si no podían hablar sobre sus problemas, no deberían estar dando ese paso. Teniendo cada uno su espacio, podían pegar un portazo y tomar distancia hasta que se les pasara el enojo, o lo que sea que le pasaba a él.
Pero viviendo bajo el mismo techo? Qué iban a hacer?
Encerrarse cada uno en una habitación?
Entendía que el mensaje de Marcos le hubiera molestado.
Su amigo siempre se había referido a ella con palabras
cariñosas. De hecho, se había medido en esta ocasión.
Podría haber sido peor.
Después de todo él estaba en otro continente, por Dios. Lo había dejado para ir a buscar a Pedro a Londres. Lo había elegido a él.
Estaban juntos, eran una pareja.
Estaba dejando hasta su casa. No era eso suficiente? Desconfiaba de ella?
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